Es una costumbre muy extendida en nuestra sociedad actual apuntar a los niños a clases de artes marciales. El karate, el Mugendo, Taekwondo etc. atraen a un montón de alumnos en edades escolares a dichas clases. Las razones son los enormes beneficios y ventajas que dichas actividades producen en su crecimiento y desarrollo. Entre ellas son:
- Incremento de flexibilidad y fuerza.
- Mayor coordinación motora.
- Aumento de los reflejos y de la velocidad.
- Trabajo interior en los valores del respeto y de la humildad.
- Desarrollo de la confianza y del trabajo en equipo
- Freno al bulling
- Equilibrio cuerpo y mente.
Todo esto además viene sazonado con muchas pinceladas como son las de la búsqueda de superación de miedos, importante obstáculo de frenada en el ámbito cognitivo. Otra son las prácticas deportivas en los deportes de contacto marciales, que vienen realizadas mediante competiciones en torneos y campeonatos y que nunca no son obligatorios en la mayoría de las escuelas y gimnasios de artes marciales, pero pueden servir como un gran acicate al éxito y al liderazgo personal
Otro de los aspectos contextuales que conlleva la practica marcial a edades tan temprana, son los de la adquisición de hábitos saludables, para el resto de la vida como son los de una correcta alimentación y descanso para poder rendir físicamente a los máximos niveles.