Sistemas de Entrenamiento Espiritual, Disciplinas y Artes Marciales
A menudo hablamos de entrenamiento espiritual o de los aspectos “espirituales del arte marcial”. Pero en WAMAI nos preguntamos cuantos de nosotros nos tomamos un momento para dar a esta idea la adecuada consideración. ¿En qué pensamos exactamente cuando hablamos de “entrenamiento espiritual”? ¿Conocemos qué supone esto? Creo que en realidad tenemos una idea un poco confusa sobre esto.
Supongamos que si decimos o definimos que nuestro entrenamiento es “espiritual”, “religioso” o “muy filosófico”, esto es un difícil punto a argumentar con cualquiera que nos pregunte, pero en la misma línea desde WAMAI deberíamos preguntarnos o preguntar si sinceramente seguimos un sendero de paz y armonía.
Quizá estamos demasiado inclinados a englobarlo todo en categorías en las artes marciales, en categorías de espiritual o físico, duro o blando, interno o externo. Pero… ¿son estas clasificaciones válidas? O son simplemente maneras o etiquetas de atraer a estudiantes y escuelas.
Creemos de verdad que hay muchos maestros que son “espirituales” practicando hoy en día, pero también es cierto que el término “espiritual” es un término elusivo, el cual puede fácilmente volverse en algo decepcionante. Es por ello que desde WAMAI opinamos que debemos tratar esto con cautela.
Disciplinas como el Taichi Chuan o el Aikido son llamadas a menudo sistemas “suaves” o “internos”, y artes como el Karate-do o el Taekwondo, los cuales tienen más de la parte física a simple vista son englobados como estilos “duros” o “externos”.
Generalmente cuando hablamos de entrenamiento espiritual o interno nos viene a la mente algo con suaves, gráciles o circulares movimientos o alguien que continuamente se refiere al Chi o al KI, a la energía o la naturaleza; también la meditación y ejercicios de respiración nos vie- nen a la mente…
Cuando pensamos en sistemas externos o duros pensamos en algo rápido o fuerte, etiquetamos sudor y esfuerzo como algo “realista” y algo grácil y misterioso como “espiritual”.
Rompiendo mitos sobre el Entrenamiento Espiritual
El entrenamiento espiritual puede consistir para muchos en unos minutos de meditación y mística verborrea en la práctica diaria, pero no es simplemente esto, como no lo es realizar suaves movimientos y meditar en actitud contemplativa. Nos es tan simple como hablar de Chi o Ki señalando al cielo.
Deberemos entender cuidadosamente este punto, aunque para muchos practicantes por otro lado quizá queremos este “tipo” de entrenamiento espiritual en nuestra práctica por ser más accesible, fácil de alcanzar; asequible quizá es por los que buscan estereotipos del tipo ‘anciano oriental canoso con un bastón con la cabeza de un dragón’, o quizás estemos demasiado influenciados por las películas del tipo ‘Karate Kid’ o ‘Kungfu’, en donde encuentran algo de esto en este tipo de entrenamientos.
Pero el entrenamiento espiritual no es una copia barata del profesor Miyagui, la parte espiritual de un arte no es tan fácil. Pero “sí”, el entrenamiento espiritual no es imposible. No es una acción o comportamiento en nuestro entrenamiento, es un tipo de concentración, disciplina y, sobre todo, seguir el camino adecuado; este es el pensamiento fundamental de “entrenamiento” en artes marciales.
Incluso hoy en día, más que nunca debemos determinar cuál es la dirección correcta, establecer el rumbo correcto y mantenerla constante en vuestra práctica.
Esta es la verdadera espiritualidad de nuestro entrenamiento, que requiere de muchas cosas como bien dice Timoteo 11, “Pero tú, oh hombre de Dios, sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad”.